El Ligamento Cruzado Anterior (LCA) es uno de los cuatro ligamentos principales de la rodilla. Se encuentra en el centro de la articulación, conectando la parte superior de la tibia (hueso de la espinilla) con la parte inferior del fémur (hueso del muslo). Su función principal es prevenir la tibia de deslizarse hacia adelante en relación con el fémur, proporcionando estabilidad a la rodilla, especialmente durante movimientos de pivote, corte y aterrizaje.
Cuando el Ligamento Cruzado Anterior se lesiona, la rodilla puede volverse inestable y propensa a movimientos anormales. Los síntomas comunes incluyen dolor, hinchazón, rigidez y una sensación de "inseguridad" en la rodilla. Las lesiones del Ligamento Cruzado Anterior suelen ocurrir durante actividades deportivas que implican cambios bruscos de dirección, aterrizajes bruscos o impactos directos en la rodilla.
El tratamiento de una lesión del Ligamento Cruzado Anterior depende de la gravedad de la lesión y del nivel de actividad del paciente. Las opciones de tratamiento incluyen fisioterapia para fortalecer los músculos alrededor de la rodilla y mejorar la estabilidad, o cirugía para reconstruir el Ligamento Cruzado Anterior utilizando un injerto de tejido. La rehabilitación después de una lesión del Ligamento Cruzado Anterior es crucial para recuperar la fuerza, el rango de movimiento y la estabilidad de la rodilla.